Maníaca paranoia II (Where is my mind?)
Algunas veces el mundo me agobia, me siento incapaz de habitarlo. La culpa es, pienso, de la gente, las burocracias, las jerarquías, de los demás. Pero no; bien sabemos mi conciencia y yo quién es responsable del miedo, de los nervios, de aquella sensación de timidez y autovergüenza que censura mi mente. Todos parecen ser mejor que yo, es cierto. Más capaces, mejor capacitados, más inteligentes. Entonces, el más pequeño error propio se vuelve gigante, debería haberlo sabido, debería saber todo, y no. No se fingir que se. No se mentir ni abandonar mis nervios, no se bailar con seguridad para que el resto opine que lo hago muy bien. Y así un montón de otras cosas. No se ser hipócrita en ese sentido, fingir que no me importa cuando sí. Para colmo de males, parece ser que nunca voy a tener suerte. La ley de murphy cuenta para mí como una más entre las naturales.
No obstante, noto el rasgo de egocentrismo en todo esto: heme aquí, escribiendo sobre mis errores. Sí, lo se, soy impresentable. Es cierto, con algunos errores, siento que me rodean cámaras, e involuntariamente mi memoria me recuerda o reproduce esos instantes sin cesar. Errante, encima egocéntrica. No me queda más que encogerme de hombros.