Tuesday, June 27, 2006

Off side

Siempre me sentí del lado equivocado. El problema consistía en no haber sabido nunca dónde encontrar el lugar indicado para mi propio ser. Mi infancia, colegio equivocado, secundario también. Mi casa un caos para el desarrollo de una personalidad tranquila. Luego elegí mal la carrera, y como no podría ser de otra manera, caí en una profesión que ciertamente nada tenía que ver conmigo. Pocos años pasaron desde que me recibí hasta que le propuse a la mujer que más decente me parecía matrimonio. Tres chicos y una relación conyugal absolutamente ajenos a mí surgieron de esa decisión. Pero siempre me conformé con lo que tenía, que en definitiva o "al fín y al cabo", no estaba tan mal: una linda casa, una mujer que me cocinaba, chicos y hasta un perro (el pobre siempre detestó tenerme como 'amo') y un auto (modelo familiar, nada que ver con mus sueños de juventud sobre un deportivo o la Yamaha 650cc). Debo decir que mi vida fue buena, a excepción de aquellos días de almuerzo familiar bajo la presión de mis suegros. Aunque todos los hombres suelen quejarse de sus suegros, en esas ocasiones, entre ellos, el mundo y la corbata que mi mujer me obligaba a usar para complacerlos, yo tantas veces sentí que dejaba de respirar.
La última fue hace poco, cuando un recuerdo lejano me hizo sonreir. Supongo que eso es lo último que pensé. Ahora estoy aquí, no se bien dónde, solo, esperando que algo pase y tomando nota.