"Ganaste"

Este momento le pertenece enteramente a la tristeza. Voy a dejarla fluir libremente por cada pedacito de mi cuerpo. Se va a alejar la fuerza de mis manos. Tal vez sería mejor estar menos sola. Pero es a ella a quien le pertenezco ahora.
La tristeza, sin exhorcismos. Divisando luces de distintos episodios. Suavemente, un recuerdo multicolor retuerce el nudo en mi garganta. Tal vez ya escapen unos pares de lágrimas ansiosas de mis ojos: se van a recorrer el mundo, me dejan también ellas para no volver.
En este instante no puedo caminar ni mucho menos hacer piruetas, me cuesta respirar el mismo aire que entraría a mi cuerpo si estuviera alegre. Se que no voy a mejorar todo ahora. Definitivamente no puedo no estar sola. En estos segundos esta sustancia tan turbia y verde grisáceo recorre mis escombros. La lluvia no quiso acompañar y eso vuelve al caso aún más deprimente.
Siento el frío del mundo contra mí expresado en la temperatura. Literal y metafóricamente no hay frazada que alivie esta falta de calor.
Lejos o cerca estoy de admitir que mis sueños pudieron ser verdad. Lejos, o cerca, ¿qué más da? Si las rosas son más poéticas y bonitas cuando se marchitan. Si la raíz de esa palabra me dice que vas a marcharte. Y el escribir en segunda persona no me hace menos solitaria.
Esta tristeza que es más mia que mi cuerpo advierte que aún tengo mi dignidad y orgullo. Dije que no quiero exhorcisarla. Lejos y cerca estoy de todo el mundo. (el clásico problema preposicional: de o en). O tal vez soy este punto que de tan chiquitito no se ve. No quiero sonreir: esto es serio. Y sin embargo tu caricia siempre va a ser más eterna, imposible, dulce y poderosa que cualquier tristeza.